Herencia viva: la arquitectura anglo-caribeña que da identidad a Chetumal
Un legado cultural de madera, historia y resistencia frente al mar del sur de Quintana Roo.
En el corazón de Chetumal, capital del estado de Quintana Roo, las calles todavía resguardan un tesoro arquitectónico poco común en el resto de México: casas de madera de estilo anglo-caribeño que evocan un pasado de migración, comercio y resiliencia. Este singular estilo, influenciado por la cercanía con Belice y las rutas marítimas del Caribe británico, ha forjado un paisaje urbano con identidad propia.
Fusión cultural: influencia inglesa y caribeña en la frontera sur
La arquitectura anglo-caribeña llegó a Chetumal a finales del siglo XIX e inicios del XX, como resultado del intercambio con Belice —entonces colonia británica— y la presencia de trabajadores y comerciantes que cruzaban la frontera. Las casas construidas en madera, con techos inclinados, amplios aleros y ventanas de persiana, estaban diseñadas para resistir el calor, la humedad y los huracanes tropicales.
Estos inmuebles no solo son testimonio de una técnica arquitectónica adaptada al entorno, sino también de una época en la que Chetumal fue punto clave del comercio marítimo en el Caribe.
Patrimonio arquitectónico que resiste el paso del tiempo
Entre las calles del centro histórico de Chetumal aún se pueden ver ejemplos emblemáticos como la Casa de la Crónica, el antiguo Palacio Municipal o algunas viviendas restauradas que hoy albergan oficinas y museos. Muchas de estas construcciones originales se realizaron con madera traída de Belice o de las selvas de la región.
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El Instituto de Antropología e Historia y grupos locales han impulsado esfuerzos para proteger este patrimonio, aunque muchos de estos inmuebles enfrentan hoy riesgos por abandono, falta de mantenimiento o remodelaciones sin criterio histórico.
Turismo con identidad: la ruta de la arquitectura caribeña
Explorar las casas de estilo anglo-caribeño es recorrer una Chetumal diferente, donde se mezclan historias de colonos, huracanes, comercio y migraciones. Esta expresión arquitectónica no solo embellece el paisaje urbano, también representa un componente invaluable del patrimonio cultural y turístico de la región.
Con proyectos como rutas históricas, rescate de fachadas y promoción cultural, la ciudad busca fortalecer su identidad única en el sur del país y preservar un legado que la distingue en todo México.
