La Riviera Maya vibra al ritmo del jazz y la innovación musical
Un legado cultural que evoluciona para seguir brillando en el Caribe Mexicano.
Desde hace más de 20 años, Playa del Carmen ha sido el escenario de uno de los festivales musicales más icónicos del país. El Festival de Jazz de la Riviera Maya no solo ha reunido a grandes exponentes del género, sino que también ha sido un símbolo de identidad, arte y turismo cultural para Quintana Roo.
Un festival con historia y prestigio internacional
Creado en 2003, el Festival de Jazz de la Riviera Maya se consolidó rápidamente como un referente en México y el mundo. Durante dos décadas, artistas de talla internacional como Norah Jones, Chick Corea, Earth, Wind & Fire y Armando Manzanero llenaron de magia los escenarios naturales frente al mar Caribe, con conciertos gratuitos en Playa Fundadores que llegaron a reunir hasta 14 mil asistentes.
Una transformación con visión inclusiva y regional
En 2024, el festival hizo una pausa estratégica para renovarse. Esta evolución dio origen al Mexican Caribbean Music Fest, un nuevo concepto que busca ampliar horizontes, incorporando otros géneros musicales y promoviendo una mayor participación de talentos locales y públicos diversos.
También podría interesarte:
El evento ahora tiene un formato itinerante, extendiendo su influencia a otros destinos del Caribe Mexicano, manteniendo su vocación cultural y su atractivo turístico. Esta transición ha sido bien recibida por los organizadores y asistentes, al considerar que se trata de una evolución necesaria para responder a las nuevas dinámicas culturales.
Un legado vivo en el corazón de Quintana Roo
Aunque el formato original del Festival de Jazz de la Riviera Maya ha cerrado su ciclo, su huella sigue presente. Playa del Carmen continúa siendo un punto de encuentro para melómanos, artistas y turistas que reconocen el poder del arte para transformar y conectar a las personas.
La esencia del festival sigue viva a través de su evolución: una plataforma vibrante para promover la música, el talento nacional e internacional, y la riqueza cultural de la región.
