Cercana la extinción del caracol chivita en Bacalar
La población del caracol chivita (Melongena Corona) podría desaparecer de la Laguna de Bacalar en menos de ocho años, alertó el investigador del Departamento Sistemática y Ecología Acuática de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Alberto Navarrete.
Detalló que el crecimiento de la infraestructura costera, la elevada presencia de lanchas en la llamada Laguna de los Siete Colores por el aumento de turistas, la pesca furtiva, entre otros factores, mantienen en riesgo la supervivencia de este molusco endémico.
El caracol chivita (Pomacea Flegellata) es un ser hervivoro-detritivoros que coadyuva en la limpieza natural de la Laguna de Bacalar. Conocido también por el nombre científico de Melongena Corona Bispinosa, enfrenta desde hace muchos años la extracción irracional.
Sus fechas de reproducción empieza nen agosto y finalizan en octubre. Deposita sus huevecillos, fuera de la laguna. La hembra coloca la hueva de hasta 500 caracolitos por encima del agua, estos se desarrollan y eclosionan, nacen de 1 milímetro y en tres semanas alcanzan 25 milímetros, con un proceso de crecimiento acelerado.
Sin embargo, Alberto Navarrete ha dejado en claro que la población del caracol chivita podría desaparecer en menos de ocho años de la Laguna de Bacalar, de acuerdo a los muestreos realizados en la última década.
Detalló que son cinco las probables causas que han ocasionado que población de este molusco se haya reducido en grandes proporciones, poniendo en riesgo la supervivencia de la especie.
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Dichas causas son el crecimiento de infraestructura costera; mayor presencia de lanchas en la laguna, al aumentar el turismo; la pesca furtiva; el Incremento de la población humana, que deriva en mayor necesidad de recursos y la mortalidad masiva de caracoles en 2020, resultado de lluvias abundantes y cambios ambientales en la laguna.
En este sentido, el investigador recalcó que es necesario tomar acciones para su protección, por lo que se debería crear una veda para el caracol chivita, aunque esta tarea compete a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Cabe recordar que en 2011 en Quintana Roo se estableció una veda de cinco años para lograr la preservación de caracol rosado, especie que se encontraba a punto de extinguirse por la sobre explotación que era objeto.
Para el caso del caracol chivita y de acuerdo con los especialistas, ese sería el paso urgente a seguir, porque de no implementarse medidas emergentes, en un lapso no mayor a los ocho años se habrá extinguido.
