Propietarios de bares y restaurantes se suman a estrategias para abatir inseguridad en Chetumal
Por considerar que se trata de una acción fundamental para protección tanto de negocios como de clientes, los propietarios de bares, restaurantes y centros nocturnos en Chetumal han decidido instalar cámaras de vigilancia en sus establecimientos.
De acuerdo con el líder de la Unión de Propietarios de Bares y Restaurantes (UPROBARS), Joaquín Noh Mayo, el 60 por ciento de sus agremiados cuentan ya con sistemas para grabar incidentes en el interior como en el exterior de sus locales.
Destacó que abatir la inseguridad es responsabilidad de todos, de ahí que se sumen a las estrategias que han implementado las corporaciones de seguridad para combatir a los delincuentes en la entidad.
Como se sabe, la Secretaría de Seguridad Ciudadano ha puesto en marcha un proyecto para conectar las cámaras de videovigilancia existen en los negocios de Chetumal al Centro de Control, Cómputo y Comando (C4).
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En este contexto, el líder de la UPROBARS resaltó que si bien la conexión de cámaras de videovigilancia privadas es una decisión opcional, los propietarios de establecimientos sí están dispuestos a sumarse a esta estrategia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Explicó que, sin duda, la inseguridad es uno de los temas que más inquietud generan entre los chetumaleños y los afiliados a su organización no son ajenos, considerando que son víctimas del delito de robo.
El líder empresarial afirmó que los propietarios de bares y restaurantes han optado en invertir en cámaras de videovigilancia para poder identificar a las personas que cometa un delito y contar con alguna prueba que puedan presentar ante la autoridad correspondiente.
Insistió en que el sector empresarial está verdaderamente interesado en coadyuvar para abatir los niveles de inseguridad en Chetumal, a grado tal que el 60 por ciento de los 180 afiliados a la UPROBARS han instalado cámaras de seguridad en sus establecimientos.
“Es una inversión necesaria en minisúpers, restaurantes, bares y centros nocturnos. Un sistema de cuatro cámaras de videovigilancia, por muy económica que sea, tiene un costo de alrededor de ocho mil pesos, que los propietarios ahora vemos como una medida obligatoria y necesaria”, dijo.
Puntualizó que en fechas recientes no han ocurrido hechos de violencia extrema en el interior de sus establecimientos, pero sí pleitos y robos que han sido grabados y los videos entregados a las autoridades.
