El fenómeno del Hallyu (ola coreana) ha alcanzado niveles sin precedentes en 2025, con series como El Juego del Calamar y Gloria rompiendo récords de audiencia en plataformas como Netflix y Disney+. Según un informe de la consultora Parrot Analytics, el contenido coreano ya representa el 12% de la demanda global de series, superando a producciones europeas y latinoamericanas, y acercándose a la hegemonía de Hollywood (45%).
Claves del éxito
Expertos atribuyen este boom a narrativas innovadoras, producciones de alto presupuesto (como Arena, con efectos visuales comparables a Marvel) y la exploración de temas universales desde una perspectiva cultural única. “Corea del Sur entendió que la autenticidad vende: sus historias mezclan tradición con crítica social, sin caer en estereotipos”, señaló la analista cultural Lee Ji-young en el Foro de Contenidos de Seúl.
Impacto económico
Las exportaciones de contenido coreano generaron USD 15 mil millones en 2024, según el Ministerio de Cultura surcoreano. Plataformas como Netflix han invertido USD 2.5 mil millones en producciones locales desde 2021, mientras que estudios como CJ ENM coproducen con Hollywood (ejemplo: The Marvels incluyó escenas filmadas en Busan).
Hollywood reacciona
Estudios tradicionales están adoptando fórmulas coreanas. Disney+ lanzará Hanbok Warriors, una serie de fantasía histórica con el equipo detrás de Kingdom, y Warner Bros firmó un acuerdo con el director Park Chan-wook (Decision to Leave). “El público quiere diversidad, y Corea está dictando las reglas”, admitió el CEO de HBO Max Asia, James Gibbons.
Retos pendientes
A pesar del éxito, persisten críticas por la explotación laboral en la industria.
Con el anuncio de la Korean Creative Content Agency (KOCCA) de duplicar su fondo de apoyo a producciones para 2026, el Hallyu parece lejos de frenarse. Mientras, en Hollywood, cada vez más ejecutivos aprenden coreano: la próxima batalla por el streaming se librará en idioma hangul.
