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Lluvias favorecen el crecimiento de la lechuguilla en la sabana

Las lluvias de las últimas semanas han provocado que la lechuguilla en la sabana vuelva a crecer, pues la sequía había favorecido su desaparición beneficiando al ecosistema del lugar según los biólogos. Los especialistas señalan que es importante un plan y manejo integral de la lechuguilla pues podría ocasionar problemas ante un crecimiento elevado.

“Lo que se puede generar es un proceso de eutrofización, que es un aporte en exceso de nutrientes inorgánicos (procedentes de actividades humanas) hacia la zona del agua de la sabana, y eso provoca un desequilibrio porque la lechuguilla crece y mata a los demás microorganismos, también a los peces, ocasionando incluso que el agua se reduzca, aunque esta allá en abundante porque la planta lo absorbe”, señaló Ruty Carlos Buenfil Magaña, biólogo.

Los profesionales del Colegio de Biólogos del Estado en la zona sur han señalado que la planta acuática siga invadiendo el cuerpo lagunar generando serias afectaciones al ecosistema y sus alrededores, pues este sitio también funciona como filtro y oxigenación, así como un sitio donde animales silvestres llegan a buscar alimentos.

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“El agua de esta misma sabana estará siendo absorbida ante la presencia de materia orgánica que se va solidificando con la proliferación de la lechuguilla. Se reduce el oxígeno por el tipo de planta invasora y comienzan otros procesos impactando directamente el lugar”.

Explican los especialistas que la sabana es muy importante en el ecosistema de la región, y se ha convertido en una fuente de ingresos para algunas personas de escasos recursos que acuden al lugar a pescar para vender el producto o bien para alimentarse.

“Es un problema latente, la lechuguilla se reproduce y en la medida que tenga temperatura y salinidad se seguirá reproduciendo y esta producción de lechuguilla se va a potencializar, no esperemos que llegue a un fenómeno que se llama eutrofización, sería muy terrible y ocasionaría problemas incluso en las personas que acuden a la sabana”, indicó.

La sabana de Chetumal tiene una longitud promedio de 15 kilómetros, en la parte más ancha tiene 300 metros y la más angosta en 100 metros, con una profundidad en algunos puntos hasta de cuatro metros.

Las especies que viven en la zona son cocodrilos, mangle botón y rojo, todos estos protegidos por las leyes mexicanas, y está conectado a los mangles de Bacalar y Bahía de Chetumal y Santuario del Manatí.

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