Movilidad Inteligente: Soluciones para la Industria de Reuniones en América Latina
Por Eduardo Chaillo, CMP, CMM, CITE
La movilidad es un factor clave en la experiencia de los asistentes a eventos en América Latina. En grandes ciudades como Ciudad de México, Sao Paulo o Bogotá, el tráfico denso y los largos tiempos de traslado representan un desafío significativo, mientras que destinos intermedios como Mérida o Cartagena ofrecen ventajas en términos de distancias más cortas, pero con menos opciones de transporte público robusto. Sin embargo, una movilidad eficiente va más allá de los traslados: tiene el potencial de enriquecer la experiencia del evento, si se planifica estratégicamente.
Un ejemplo exitoso de gestión de movilidad fue el congreso ICCA en Leipzig, donde los asistentes recibieron una tarjeta ilimitada para el metro y un mapa detallado con las ubicaciones clave del evento. Además de facilitar el traslado entre las sedes, permitió a los asistentes sumergirse en la vida cotidiana de la ciudad y convivir con la comunidad local. La clave fue el diseño del programa, que organizó las actividades teniendo en cuenta el contraflujo del tráfico, aprovechando horarios menos congestionados y rutas alternativas, lo que mejoró la experiencia sin añadir estrés innecesario a los participantes.
En este contexto, los DMCs (Destination Management Companies) juegan un papel fundamental como “magos” de la logística. No son simples gestores de traslados, sino expertos que diseñan estrategias personalizadas según las características del destino y las necesidades del evento. Conocen rutas alternativas, los horarios pico y las mejores opciones de movilidad, lo que les permite coordinar el uso del transporte público, servicios de shuttles o caminatas eficientes, optimizando la experiencia del asistente. Más allá de ser un jugador logístico, el DMC se convierte en un asesor clave, personalizando y ajustando las soluciones de movilidad para que el evento sea fluido y placentero.
Otro aspecto importante en la planificación de eventos es la ubicación estratégica de los hoteles y recintos, preferentemente en distancias caminables o intermedias. Esta decisión no solo reduce la necesidad de transporte motorizado, sino que también brinda a los asistentes la oportunidad de explorar la ciudad a pie, descubrir sus vericuetos y conectarse de manera más auténtica con el destino. Caminar entre los puntos del evento no solo ahorra energía, sino que enriquece la experiencia, permitiendo que los visitantes disfruten de la cultura local en su propio ritmo.
Además, la sostenibilidad es cada vez más relevante en la planificación de eventos, especialmente en lo que respecta a la movilidad. Si bien algunas capitales como Santiago y Medellín han avanzado en la implementación de vehículos eléctricos y sistemas de bicicletas compartidas, aún persisten retos como la falta de estaciones de carga y una infraestructura más integrada. Aquí, los DMCs también juegan un papel crucial, al identificar y proponer soluciones sostenibles que no solo cumplan con los objetivos ecológicos del evento, sino que también mejoren la experiencia del asistente.
Finalmente, un enfoque integral que combine transporte público eficiente, rutas alternativas para evitar el tráfico en horas pico, y la posibilidad de caminar distancias cortas puede transformar la movilidad en una ventaja competitiva para los destinos latinoamericanos. La coordinación entre los organizadores, los DMCs y las autoridades locales es esencial para crear un programa de eventos que aproveche al máximo las posibilidades de movilidad, mientras conecta a los asistentes con la esencia del destino.
En resumen, a pesar de los desafíos que enfrentan muchas ciudades de América Latina, existe un gran potencial para mejorar la movilidad de los asistentes a eventos. Las soluciones no solo optimizan la logística, sino que también enriquecen la experiencia del visitante, posicionando a los destinos como líderes en la industria global de reuniones.