La tradición de “Las Primicias”: un ritual maya que honra la tierra y su abundancia
Cada año, comunidades del municipio de José María Morelos celebran una ceremonia ancestral en la que los primeros frutos de la cosecha son ofrecidos a los dioses como muestra de gratitud y conexión espiritual.
Una práctica viva de las raíces mayas
En el corazón de José María Morelos, una tradición ancestral continúa latiendo con fuerza entre las comunidades mayas: la ceremonia de Las Primicias. Este ritual, lleno de simbolismo, es una de las manifestaciones más representativas del respeto y conexión profunda que el pueblo maya mantiene con la tierra.
Se trata de una celebración agrícola en la que los campesinos ofrecen los primeros elotes cosechados al Yuum K’ax, el señor del monte, y a otras deidades mayas. Es un acto sagrado que busca no solo agradecer, sino asegurar futuras cosechas abundantes y armonía con la naturaleza.
Un rito cargado de misticismo y comunidad
El ritual de Las Primicias no solo es una expresión religiosa, también es un evento comunitario que fortalece los lazos sociales y culturales. Generalmente se realiza en milpas o espacios sagrados conocidos como k’ankab, donde los abuelos, sacerdotes mayas y habitantes del pueblo se congregan para compartir alimentos tradicionales, orar, cantar y bailar.
Entre rezos en lengua maya y el humo del copal, se presentan mazorcas, calabazas, miel, tamales y pozole como ofrenda. Todo acompañado de música tradicional de maya pax, una mezcla de instrumentos autóctonos y españoles.
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Patrimonio cultural que trasciende generaciones
Aunque en muchos lugares esta tradición ha perdido fuerza, en José María Morelos se conserva con orgullo. Incluso algunas escuelas y organizaciones locales la han retomado como una herramienta educativa para preservar la identidad maya, transmitiendo a las nuevas generaciones el valor espiritual y cultural de Las Primicias.
Este ritual es un recordatorio vivo del legado milenario que aún pulsa en la península de Yucatán, y una prueba de que la conexión con la tierra sigue siendo el centro de la cosmovisión de muchas comunidades.
