Cozumel cultiva su propia joya: así es la única granja de perlas en el Caribe mexicano
Una experiencia única y científica se oculta entre las aguas turquesas de Cozumel: una granja de perlas que combina tradición, tecnología y conservación marina.
El cultivo de perlas en Cozumel, un proyecto científico y ecológico
En la costa norte de Cozumel, entre manglares y aguas cristalinas, se encuentra uno de los secretos mejor guardados del Caribe mexicano: una granja de perlas única en su tipo en América Latina. Lejos de ser un atractivo turístico convencional, este sitio opera con enfoque científico y sustentable, produciendo perlas de manera controlada dentro de una reserva natural marina.
Aquí no hay vitrinas con joyas ni grandes escaparates, sino un esfuerzo silencioso por recuperar una actividad que en el pasado tuvo presencia en México, particularmente en el Golfo de California. Cozumel ha retomado esta tradición a través del cultivo de ostras nativas, en un entorno natural que favorece la calidad de las perlas y fomenta el respeto por el ecosistema.
Más que perlas: educación y conservación marina
El proyecto no solo tiene un fin comercial, sino también educativo. En visitas guiadas programadas, investigadores y expertos explican cómo es el proceso para cultivar una perla: desde la selección genética de las ostras hasta el implante del núcleo que dará forma a esta gema natural. Además, se abordan temas como la biología marina, la importancia del cuidado de los arrecifes y el impacto humano en los océanos.
Una parte significativa del trabajo que aquí se realiza está dirigido a la conservación del medio ambiente. La granja colabora con instituciones académicas nacionales e internacionales para estudiar los efectos del cambio climático en las especies marinas locales.
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