Cierra 2024 con casi 40 mil nidos de tortugas en Quintana Roo

Fue un año importante en la conservación de los huevos de tortuga, aunque aún hay muchos retos por afrontar, declaró la presidenta del Comité Estatal de Protección, Conservación y Manejo de la especie, Itzel Trujano, quien destacó que este 2024 se registraron más de 37 mil 500 nidos en toda la geografía estatal.
La también activista ambiental, señaló que en este inicio de año, los integrantes de más de 20 instituciones de los programas de conservación de 45 playas del estado compartieron sus retos, estrategias, áreas de oportunidad y logros.
“Vamos a apuntalar la estrategia de sensibilización y educación ambiental, en la que se realizaron pláticas en playas y escuelas, el Cine Tortuguero, teatro guiñol, talleres, recorridos guiados en campamentos, sensibilización y capacitación constante al personal de los hoteles. Además de ello, se realizaron limpiezas de playa en las que se recolectaron más de dos toneladas de basura”, apuntó la encargada de la conservación de los huevos de tortuga.
Señaló que algunos de los retos a los que se siguen enfrentando como comité son muebles de playa que obstaculizan la anidación de las tortugas, luces que dan directamente a la playa y desorientan a las crías en su camino al mar, así como mascotas de propietarios o tutores irresponsables que además de depredar nidos y crías se convierten en un problema de salud pública por el tema de las larvas de heces fecales de sus animales.
Ya en los datos duros de anidación, Itzel Trujano detalló que se registraron cinco nidos de la especie laúd, más de mil 500 anidaciones carey y más de cuatro mil de la especie boba, además de 32 mil de la especie verde. Dijo que es importante compartir que estos resultados podrían incrementar, ya que algunos campamentos aún cuentan con nidos.
“Recordemos seguir siendo sensibles con nuestro consumo y sumarnos a los programas de protección y conservación de especies”, finalizó la bióloga.
Resaltó que todo este esfuerzo es posible gracias a la suma de voluntarios y colaboradores de los diferentes programas de conservación, quienes hacen un cambio importante en su rutina al trabajar durante la noche en el periodo de desove.