Gastronomía

La infusión de la felicidad: bebida natural para combatir el estrés

El consumo de infusiones de plantas ha sido una tradición milenaria en muchas culturas, y la lavanda (Lavandula angustifolia) no es la excepción. Conocida por sus propiedades calmantes, la lavanda ha demostrado ser una excelente opción para quienes sufren de ansiedad y trastornos del sueño.

Un estudio sistemático, titulado The antidepressant effects of lavender (Lavandula angustifolia Mill.): a systematic review and meta-analysis of randomized controlled clinical trials, de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, respalda el uso de la lavanda como tratamiento complementario para la depresión, al señalar que tanto el aceite esencial como la infusión pueden mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.

Entre los principales beneficios de consumir té de lavanda destacan:

Reducción del estrés y la ansiedad: La lavanda contiene compuestos como el linalol, que actúan directamente sobre el sistema nervioso central, ayudando a calmar la mente y reducir los niveles de ansiedad. Esta propiedad es una de las razones por las cuales el té de lavanda es popularmente conocido como la infusión de la felicidad.

Mejora del sueño: Beber una taza de té de lavanda antes de dormir puede inducir un sueño reparador. Su acción sedante natural ayuda a conciliar el sueño de manera más rápida y mantener un descanso profundo.

Alivio de dolores de cabeza y migrañas: Las propiedades antiinflamatorias y relajantes de la lavanda son útiles para reducir la tensión y la inflamación, lo que contribuye a aliviar dolores de cabeza y migrañas.

Mejora de la digestión: El té de lavanda ayuda a relajar los músculos del tracto digestivo, lo que favorece la digestión y alivia problemas como la hinchazón y el malestar estomacal.

Propiedades antioxidantes y antiinflamatorias: Los antioxidantes presentes en la lavanda ayudan a proteger al cuerpo de los radicales libres, mientras que sus propiedades antiinflamatorias reducen el dolor y la inflamación en diversas áreas del cuerpo.

Preparar esta infusión es sencillo. Solo necesitas:

  • 1 a 2 cucharaditas de flores secas de lavanda
  • 1 taza de agua caliente (90-95 °C)

Calienta el agua sin llegar a hervirla, vierte sobre las flores de lavanda y deja reposar durante 5 a 10 minutos. Luego, cuela y disfruta. Para mejorar el sabor, puedes añadir miel o unas gotas de limón.

A pesar de sus múltiples beneficios, es importante no exceder el consumo de té de lavanda. Se recomienda una taza diaria para evitar posibles efectos secundarios. Si estás embarazada, amamantando o tienes alguna condición de salud, consulta a un médico antes de consumir esta infusión.

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