El genio croata pondrá fin a su etapa en el club merengue después del Mundial de Clubes en Estados Unidos; deja una huella imborrable y un legado eterno.
Una leyenda dice adiós
Luka Modrić, uno de los íconos más grandes en la historia del Real Madrid, ha anunciado que se marchará del club tras disputar el próximo Mundial de Clubes. A sus 39 años, el mediocampista croata cierra una etapa de 13 temporadas que definió una era dorada en el Santiago Bernabéu.
El comunicado del Real Madrid
A través de un emotivo mensaje, el club blanco confirmó la salida del jugador, agradeciéndole su compromiso y destacando su grandeza: “Modrić es una de las leyendas más grandes del fútbol mundial”. Florentino Pérez, presidente del club, expresó que el croata “representó los valores del Real Madrid” y que “su legado permanecerá para siempre”.
El homenaje del Bernabéu
El último partido como local de Modrić será frente a la Real Sociedad, y el estadio se vestirá de gala para despedir al capitán con todos los honores. Compartirá ese homenaje con Carlo Ancelotti, el técnico con el que conquistó la mitad de sus seis Champions League.
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Palmarés y reconocimientos únicos
Modrić deja un palmarés inigualable: seis Champions, seis Mundiales de Clubes, cuatro Ligas, dos Copas del Rey y múltiples supercopas. Además, fue galardonado con el Balón de Oro en 2018, rompiendo la hegemonía de Messi y Cristiano, gracias a su actuación con el Madrid y su liderazgo con Croacia en el Mundial.
Una despedida con el corazón
En su carta, Modrić escribió: “Me voy con el corazón lleno de orgullo y gratitud. Este club me cambió la vida. Siempre seré madridista”. También agradeció al club, compañeros y aficionados por su apoyo durante una etapa repleta de momentos mágicos y títulos inolvidables.
El motor de una era inolvidable
Modrić fue la pieza clave en el centro del campo del Real Madrid junto a Casemiro y Kroos. Juntos dominaron Europa, marcando una época con un fútbol inteligente, técnico y emocional. Su calidad en los pases, disparos lejanos y lectura de juego lo convirtieron en un artista del balón.
El adiós de un símbolo eterno
Modrić se marcha no solo como jugador, sino como símbolo. Su actitud profesional, humildad y respeto lo convirtieron en un referente dentro y fuera de la cancha. Su legado no se mide solo en títulos, sino en el amor y respeto que cosechó en cada rincón del planeta fútbol.
