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5 poemas de amor para dedicar este 14 de febrero

Faltan unos días para que sea el 14 de febrero, día del amor y la amistad, y sabemos que en muchas ocasiones no se pueden encontrar las palabras exactas para manifestar ese amor que se tiene a una persona.


El día de hoy te mostraremos 5 poemas que tienen que ver con esa sensación que te hace sentir tanto y que quizás no sabes cómo representar.

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Cabe destacar que la lista que se dará a continuación son autores tanto conocidos como no, y fue creada con el único fin de contárselo a ese ser amado.


La muerte de la Emperatriz China – Rubén Darío


“¡Cómo se amaban! Él la contemplaba sobre las estrellas de Dios; su amor recorría toda la escala de la pasión, y era ya contenido, ya tempestuoso en su querer, a veces casi místico. En ocasiones dijérase aquel artista un teósofo que veía en la amada mujer algo supremo y extrahumano como la Ayesha de Rider Haggard; la aspiraba como una flor, le sonreía como a un astro y se sentía soberbiamente vencedor al estrechar contra su pecho aquella adorable cabeza, que cuando estaba pensativa y quieta era comparable al perfil hierático de la medalla de un emperatriz bizantina”.


Este extracto de este escrito tiene mucha profundidad, ya que habla de dos casados en donde su amor parece sobrepasar los límites de todo lo que él había amado, desde la simpleza de aspirar una flor, como la sonrisa de un astro.


Sin embargo, el contexto de todo el escrito es que Recaredo, el esposo que es escultor, un día recibe una escultura de una emperatriz china, y él empieza a admirarla tanto que empieza a dejar de lado a su esposa. La amante se da cuenta de eso y, en un ataque de celos, la rompe.

Esta historia retrata la complejidad del artista que, por su trabajo, puede dejar absolutamente todo.


La belleza – Herman Hesse


“La mitad de la belleza depende del paisaje; y la otra mitad de la persona que la mira…Los más brillantes amaneceres; los más románticos atardeceres; los paraísos más increíbles; se pueden encontrar siempre en el rostro de las personas queridas. Cuando no hay lagos más claros y profundos que sus ojos; cuando no hay grutas de las maravillas comparables con su boca; cuando no hay lluvia que supere a su llanto; ni sol que brille más que su sonrisa……La belleza no hace feliz al que la posee; sino a quien puede amarla y adorarla. Por eso es tan lindo mirarse cuando esos rostrosse convierten en nuestros paisajes favoritos….”

En este poema, el autor plantea que realmente la belleza puede ser subjetiva y que es tan importante el paisaje como la persona que lo admira, ya que constituye la mitad de la belleza.
La belleza no es belleza sin espectadores y el paisaje puede estar en cualquier persona y en cualquier parte.


Te quiero a las 10 de la Mañana – Jaime Sabines


“Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí. Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. (..) Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío?
“Todos los días te quiero y te odio irremediablemente”.

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El odio por lo general es mal visto; no obstante, puede representar mucho más de lo que se cree, ya que el hecho de que quieras a alguien no te abstiene de estar acorde a todo lo que haga. El cambio es inminente con el tiempo y el que se mueva esa cotidianidad y vuelvas a amar a la persona representa una nueva forma de amar con la misma persona.


Fragmento de Rayuela – Julio Cortázar


“Y debo decir que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido. Que nunca intentaré olvidarte, y que, si lo hiciera, no lo conseguiría. Que me encanta mirarte y que te hago mío con solo verte de lejos. Que adoro tus lunares y tu pecho me parece el paraíso. Que no fuiste el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento. Pero que te quise, y que te quiero, aunque estemos destinados a no ser”.

Este fragmento de la obra de Julio Cortázar habla del concepto de eternidad de un buen amor y que a pesar de no ser el mejor que ha tenido y que no se podrá consumar, aún lo recuerda y lo puede sentir.


Adeline – Edgar Allan Poe


“Tan dulce la hora, tan sereno el tiempo, siento que es casi un crimen, cuando la Naturaleza duerme y los astros están mudos, alterar el silencio tan siquiera con un laúd.
“Apoyada en los brillantes pilares del océano, una imagen del Elíseo descansa; siete Pléyades extasiadas en el Cielo, forman en el abismo otras siete; Endimión, saludando desde arriba, ve en el mar un segundo amor; en los valles umbríos y pardos, y en la espectral cumbre de la montaña, la luz fatigada va declinando y tierra, y astros, y mar, y cielo, están perfumados de sueño, como yo estoy perfumado de ti y de tu cautivador amor, mi Adeline.
“Pero escucha, ¡oh, escucha!, tan suave y leve fluirá esta noche la voz de tu amante que, sobresaltada, tu alma tomará mis palabras por la música de un sueño.
“Así, mientras que ningún sonido demasiado brusco perturbe tu descanso, nuestros pensamientos, nuestras almas, joh, Dios en lo alto!, en cada acto se fundirán, mi amor”.

En este poema habla de la tranquilidad que hay en la noche y el mismo cielo, mar y valles, haciendo una comparación con su amada, ya que ese sentimiento de ver el cielo se le compara con ella.


Al igual hace referencia a ese mutismo que hay en la noche y que al recordar cada momento sabe que queda cautivado de la misma forma que admira el cielo. “tierra, y astros, y mar, y cielo, están perfumados de sueño, como yo estoy perfumado de ti”.

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