Las Cascadas de Agua Blanca, un auténtico tesoro natural, se encuentran en el Parque Estatal Agua Blanca, declarado Área Natural Protegida en 1987, y son un destino imperdible para los amantes de la naturaleza y la historia. Este impresionante conjunto de cascadas, ubicado a 73 km al sureste de Villahermosa, ofrece un paisaje espectacular donde el agua se desploma en varias caídas, formando pequeñas pozas que invitan a los visitantes a disfrutar de un baño refrescante en medio de la selva.
El río Agua Blanca se encarga de depositar sus aguas en estas pozas naturales, convirtiendo el lugar en un escenario perfecto para relajarse y sumergirse en la belleza del entorno. En los alrededores, los visitantes pueden disfrutar de servicios como vestidores y espacios para comer, permitiendo una visita cómoda y agradable.
Una de las leyendas locales cuenta que el origen de este paraíso natural está relacionado con el llanto de una princesa llamada Iztac-Ha, cuyo dolor habría sido el que dio forma a este hermoso rincón del mundo.
Las Cascadas de Agua Blanca están abiertas todos los días de 10:00 a 17:00 horas, brindando una oportunidad para explorar este rincón de la naturaleza, alejado del bullicio de la ciudad.
¿Cómo llegar?
Para llegar, solo basta tomar la carretera 186 desde Villahermosa y desviarse a la derecha en el kilómetro 67, siguiendo las indicaciones hacia el parque.
Si estás buscando una experiencia única que combine naturaleza, historia y leyendas, no puedes dejar de visitar las Cascadas de Agua Blanca.
