La leyenda del pirata Fermín Mundaca: amor, misterio y una hacienda entre ruinas

Una historia que combina el romance de un pirata, una leyenda y el encanto caribeño en el corazón de Isla Mujeres y su origen.
El pirata español que se enamoró de la isla (y de una mujer)
Fermín Antonio Mundaca y Marecheaga fue un personaje real que llegó a Isla Mujeres a mediados del siglo XIX, tras años dedicados al comercio marítimo, supuestamente incluyendo actividades de piratería y trata de esclavos en el Caribe. Con una gran fortuna, Mundaca compró tierras en la parte sur de la isla, donde mandó construir una hacienda a la que llamó “Hacienda Vista Alegre”.

Pero más allá de su riqueza o su pasado turbio, su historia se convirtió en leyenda por su obsesión con una joven isleña conocida como “La Trigueña”. Era una bella mujer local que, según cuentan los relatos, no correspondió nunca al amor del pirata.
La Hacienda Vista Alegre: vestigios de un amor imposible
Mundaca construyó jardines, pozos, arcos y grabó mensajes románticos en piedras con la esperanza de conquistar a La Trigueña. A pesar de sus esfuerzos, ella se casó con otro hombre, lo que llevó a Mundaca a una vida solitaria hasta su muerte. Hoy en día, la hacienda está en ruinas, pero todavía pueden visitarse sus restos y leer los poemas y dedicatorias que dejó el pirata.
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Su tumba, ubicada en el cementerio de Isla Mujeres, también es un punto de interés: contiene un arco simbólico con su nombre y epitafios que recuerdan su trágico amor. La leyenda ha convertido a Mundaca en una figura icónica del folclore local.
Un rincón turístico con historia
La historia de Mundaca se ha vuelto parte integral de la cultura de Isla Mujeres. Cada año, turistas nacionales e internacionales visitan la hacienda para conocer esta leyenda romántica y trágica, que mezcla historia real con tradición oral. Es una parada imperdible para quienes buscan algo más que sol y playa: una mirada al alma de la isla.