Opinión

Aguas internacionales

Tras la desastrosa reunión de Zelenski con Trump, Keir Starmer, Primer Ministro inglés, convocó a una cumbre europea internacional de emergencia para abordar la Guerra de Ucrania. La convocatoria fue bien recibida por los Jefes de Estado europeos, a la cual asistieron todos en persona, poniendo una pausa en sus agendas nacionales e internacionales para atender esta crisis. Sumado a ellos, también participó el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau.

La cumbre llama la atención por varias razones: 1) La idea de tener una defensa europea que no tenga dependencia de Estados Unidos (EE. UU.); 2) Haber sido convocada por Inglaterra, que no es parte de la Unión Europea (UE); 3) La invitación a Trudeau; 4) La reacción que hubo en contra de las políticas de Trump.

La idea de tener una defensa europea sin Estados Unidos es simplemente increíble, más aun considerando que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue creada precisamente por Estados Unidos para defender a Europa de la URSS, ahora Rusia.

al parece que Europa se siente tan poco respaldada por Trump actualmente que tendrá que formar su propio consejo de seguridad, poniendo en tela de juicio la razón de ser de la OTAN. Más aún, dejando de depender totalmente de EE. UU. en materia de seguridad.

Respecto al segundo punto, la convocatoria por parte de Inglaterra es importante recordar que los ingleses salieron de la Unión Europea en el 2016. Esto nos hace pensar que la convocatoria no fue sólo para los miembros de la UE, si no que fue extensiva para Europa como continente, evidenciando así el interés por defender sus fronteras e intereses de otras potencias como Rusia y Estados Unidos. El panorama cambió de manera tan drástica que ahora el continente tiene que defender sus ideales incluso de quienes consideraban aliados.

Por otro lado, la presencia de Trudeau es sumamente interesante por ser uno de los principales socios comerciales y vecino de Estados Unidos. En este sentido, haber asistido a la cumbre de emergencia pone en evidencia, definitivamente, que Canadá está en desacuerdo con la posición de Trump respecto a Ucrania. Sin duda, esto puede impactar de manera drástica la relación diplomática y económica entre canadienses y estadounidenses.

La último a comentar, pero a mi gusto la más importante, es que Europa rechaza totalmente los acuerdos de paz que está sosteniendo Estados Unidos con Rusia.

Argumentan que la paz tiene que venir de la mano de Rusia y que no van a aceptar que Ucrania pierde territorio por un acuerdo en el que ni siquiera está siendo parte, no aceptarán imposiciones de Trump y Putin. Aunque EE. UU. dio la espalda a los ucranianos, concluyeron que Europa no se quedará de brazos cruzados, defenderán a Ucrania a toda costa.

El panorama internacional cambia de manera drástica a pasos agigantados, resquebrajando el mundo que conocíamos. Estados Unidos, en su desesperación por volver a ser el centro del mundo, está dándole la espalda a sus aliados y la mano a los que siempre ha visto con recelo.

Europa, por su parte, se ve obligada a dejar de lado sus diferencias y empezar a trabajar en conjunto pues, tal como están siendo testigos, la unión hace la fuerza, aunque también la debilidad, sobre todo cuando viene con dependencia total de otra nación.

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