
La inversión en energías fósiles caerá por primera vez desde la pandemia; se proyecta una reducción del 6% global y una baja aún mayor en EE.UU.
Inversión fósil retrocede a niveles críticos
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) alertó en su más reciente informe que la inversión mundial en energías fósiles caerá un 6% durante 2025, marcando la primera baja desde la pandemia de COVID-19 y la mayor desde 2016 (excluyendo ese periodo). Esta disminución está relacionada con la baja de precios del petróleo, menor demanda global, la desaceleración económica y el ascenso de las energías limpias.
El descenso más notable proviene de Estados Unidos, con una reducción estimada del 10%, lo cual impacta directamente en la inversión global, ya que representa el 15% del total. En términos generales, se espera que la inversión total en combustibles fósiles alcance los 1,100 mil millones de dólares, mientras que la inversión en energías renovables duplica esa cifra, con 2,200 mil millones estimados para el mismo periodo.

Refinerías en crisis: México nada a contracorriente
En este contexto, el informe destaca que la inversión mundial en refinerías alcanzará su punto más bajo en una década: menos de 30 mil millones de dólares. Mientras las economías avanzadas han reducido su inversión en más del 50% en los últimos diez años, países como México siguen apostando por proyectos como Dos Bocas, cuya refinería Olmeca —en Tabasco— ya comenzó sus primeras fases de operación. Con una inversión de 20 mil millones de dólares y una capacidad proyectada de 340 mil barriles diarios, el proyecto busca reforzar la autosuficiencia energética nacional.
Reconversión global: las refinerías buscan redención
Muchas refinerías tradicionales están transformando sus operaciones para alinearse con objetivos de sostenibilidad. Varias compañías están invirtiendo en tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, además de integrar biocombustibles. Por ejemplo, Phillips 66 convirtió su planta de Rodeo, California, en una refinería de biocombustibles de 50 mil barriles diarios, en una inversión de 1,300 millones de dólares, superando los costos iniciales por condiciones climáticas y logísticas.
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Asimismo, la capacidad de refinación de biojet y diésel renovable creció un 25% en 2024 y se proyecta un aumento adicional del 40% este año, alcanzando los 800 mil barriles diarios, con EE.UU. liderando la mitad de esa expansión.
Auge renovable, señales del futuro energético
La caída en inversión fósil no sólo revela una reconfiguración del mercado, sino también una transformación estructural hacia una matriz energética más limpia. Asia y Oriente Medio dominarán la inversión en refinerías este año, aunque con enfoque mixto. Las empresas del sector energético están adaptando sus estrategias para no perder relevancia en un entorno cada vez más regulado y exigente en materia de sostenibilidad y eficiencia.