
Hoy circulan reportes alarmistas sobre una supuesta “crisis” en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), basados en el reciente “Informe sobre la Situación Financiera y Riesgos”, entregado al Ejecutivo y al Congreso. Sin embargo, una lectura atenta de los datos presenta una realidad menos apocalíptica.
🔹 Suficiencia financiera asegurada hasta 2036–2037
El informe proyecta que el IMSS puede operar con recursos propios hasta 2037, es decir, aún faltan 14 años contados a partir de 2024. Esto representa un avance significativo: en 2018 se proyectaban solo 10 años de cobertura, hasta 2028, por lo que hoy se cuenta con 9 años más de viabilidad.
Aunque La Jornada reportó ligeramente un horizonte hasta 2036 en su nota del miércoles 4 de julio de 2025, la versión oficial y otros medios como Expansión y Milenio coinciden en que la suficiencia llega hasta 2037 .
🔹 Una situación crítica, sí; un colapso, no
El informe no advierte sobre un colapso inmediato: posiciona la problemática como una advertencia prudente, subrayando la necesidad de estrategias de mediano y largo plazo para mitigar riesgos —desde la transición demográfica hasta el gasto en pensiones y nuevas tecnologías—, una práctica habitual en sistemas serios similares al de Alemania, Canadá o España.
🔹 Reservas técnicas triplicadas y reversión de déficit
Antes de esta administración, el IMSS operaba en déficit crónico. Hoy, gracias a políticas de eficiencia, crecimiento en ingresos y recaudación fortalecida por reformas como el fin de la subcontratación, el gasto operativo está cubierto incluso durante la pandemia, y las reservas crecieron de 200 mil a 600 mil millones de pesos, un incremento histórico en ocho décadas.
En 2023 se registró un superávit de 27 mil 195 millones de pesos, establecidos como fondo para contingencias, que refuerzan la salud financiera del Instituto.
🔹 Ingreso y gasto: pulso positivo
- Ingresos: impulsados por la reforma de subcontratación (que elevó el salario base de cotización), nuevos esquemas contributivos aportan más de 8 mil millones al año, y el incremento al salario mínimo ha elevado las aportaciones.
- Gasto: se ha optimizado la eficiencia operativa, reducido el pasivo contingente, y consolidado adquisiciones mediante compras digitalizadas.
Además, el IMSS está desplegando una estrategia ambiciosa, denominada “2‑30‑100”: 2 millones de cirugías, 30 millones de consultas de especialidad y 100 millones de atención médica familiar —apoyada por plataformas digitales y compras consolidadas.
🔹 Titulares sensacionalistas, herramientas responsables
Resulta irresponsable sostener que el IMSS “tiene los días contados”. El informe es una herramienta de prevención de riesgos y no una predicción de colapso. Como sistemas de salud comparables, su función no es alarmar, sino anticipar y construir soluciones.
🔹 Desafíos, sí; sinergia y estrategias, también
No todo es positivo: persisten retos como la saturación por enfermedades crónico-degenerativas, déficit de infraestructura y personal médico, así como presión por el pasivo laboral . Pero frente a ello, el IMSS cuenta con reservas reforzadas, estructuras modernizadas y aportes adicionales.
Conclusión
El IMSS no está “en crisis”, sino en fase de gestión anticipada y fortalecimiento institucional. Con solvencia garantizada hasta 2037, reservas históricas y una estrategia integral en operación, ingresos y gasto, el Instituto se prepara para sus retos. Las próximas décadas no se escribirán con titulares alarmistas, sino con decisiones responsables y acciones concretas.