Uno de los sitios más emblemáticos de la capital del estado es, sin duda, el parador turístico ubicado en la terminal marítima del muelle fiscal de Chetumal, un punto que combina historia, cultura y una vibrante actividad turística gracias a su conexión internacional con Belice.
Este espacio se ha convertido en una parada obligatoria para visitantes nacionales y extranjeros, no solo por su importancia como enlace marítimo, sino por la riqueza visual y simbólica que ofrece. En el lugar destaca la imponente escultura colosal de cinco metros de altura dedicada a Nachi Cocom, legendario guerrero maya y figura clave en la llamada Guerra de Castas, quien lideró la resistencia indígena contra los conquistadores en la península de Yucatán.
La escultura, colocada estratégicamente para recibir a los visitantes, rinde homenaje a la historia y el legado de los pueblos originarios. Además, da nombre al muelle fiscal, que desde su creación lleva con orgullo el nombre de este personaje histórico, reafirmando la identidad cultural del sur de Quintana Roo.
El parador ofrece postales espectaculares del Caribe mexicano, convirtiéndose en uno de los espacios preferidos por los turistas para capturar recuerdos únicos. La vista panorámica de la bahía de Chetumal, junto con el movimiento constante de ferris y embarcaciones, lo hacen un sitio dinámico y lleno de vida.
La terminal marítima funciona como un punto estratégico de conexión entre México y Belice, facilitando el tránsito diario de decenas de turistas que cruzan la frontera por vía marítima. Este intercambio fortalece la economía local, impulsa el turismo binacional y fomenta el intercambio cultural entre ambas naciones.
Así, el muelle fiscal de Chetumal no solo es un punto de partida hacia nuevos destinos, sino también un lugar para reflexionar sobre el pasado, admirar el presente y proyectar un futuro en el que la historia y el turismo se entrelazan para enriquecer la experiencia de quienes lo visitan.
