Trabajan dependencias por doble presupuesto para áreas naturales protegidas

El titular del Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales de Quintana Roo (Ibanqroo), Javier Alberto Carballar Osorio, informó que para el año 2026 se busca duplicar los recursos destinados a las 11 Áreas Naturales Protegidas de competencia estatal lo cual ronda a más de los 70 millones de pesos.
El objetivo es fortalecer la conservación, restauración y manejo sostenible de los ecosistemas que representan una parte esencial del patrimonio ambiental del estado.
El funcionario explicó que actualmente el presupuesto aprobado para el año 2025 fue de 38 millones 255 mil pesos, y la intención es elevarlo a más del doble durante el próximo ciclo financiero.
Sin embargo, subrayó que la decisión final sobre la asignación presupuestal recae en otras instancias gubernamentales, por lo que el Instituto mantiene gestiones activas para lograr el incremento y consolidar un mayor apoyo a las labores de preservación.
“Pienso que lugares como Quintana Roo, que tienen una enorme biodiversidad, merecen una inversión superior. Esperamos alcanzar más del doble de lo que tenemos y fortalecer la protección de nuestro patrimonio natural”, expresó Carballar Osorio, destacando que el objetivo principal es reforzar la conservación, restauración y manejo sostenible de los ecosistemas más emblemáticos del territorio quintanarroense.
Las Áreas Naturales Protegidas estatales comprenden una amplia variedad de ecosistemas, desde manglares y humedales hasta lagunas y zonas costeras, que sirven como refugio para numerosas especies endémicas y amenazadas. Entre las zonas bajo resguardo se encuentran: Laguna Chankanaab, Laguna Colombia y Selvas y Humedales de Cozumel (Cozumel); Parque Kabah, Laguna Manatí y Ombligo Verde (Cancún); Bahía de Chetumal y Santuario del Manatí (Chetumal); Xcacel-Xcacelito (Tulum); Sistema Lagunar Chichankanab (José María Morelos); Parque Lagunar Bacalar (Bacalar); y el Sistema Lagunar Chacmochuch (entre Isla Mujeres y Cancún).
Cada una de estas zonas cumple un papel esencial en la preservación de hábitats marinos, costeros y terrestres, contribuyendo al equilibrio ecológico y al mantenimiento de los servicios ambientales, como la purificación del agua, la protección de la línea costera, la captura de carbono y la regulación del clima.
Miles de visitantes nacionales y extranjeros acuden cada año a conocer su riqueza biológica, fomentando un modelo de desarrollo equilibrado que genera ingresos económicos y oportunidades de empleo para las comunidades cercanas mediante el ecoturismo y actividades de bajo impacto ambiental.
Carballar Osorio enfatizó que invertir en conservación no solo protege la naturaleza, sino que también impulsa el bienestar social, ya que muchas poblaciones dependen directamente de los recursos naturales para su sustento.







