Con profundo fervor religioso, más de un 10 mil fieles católicos acudieron a la Parroquia de San Judas Tadeo, ubicada en la capital del estado, para celebrar el día del santo considerado por muchos como el patrono protector de Chetumal, en agradecimiento por su supuesta intercesión divina durante el paso del huracán Mitch, fenómeno que amenazó a la ciudad a finales de la década de los noventa.
Desde hace varios días, la comunidad católica participó activamente en el novenario dedicado al santo de las causas difíciles, que concluyó este 28 de octubre, fecha en la que se realizaron más de ocho misas a lo largo de la jornada. De acuerdo con la Parroquia, durante los días previos se celebraron dos misas diarias, a las que asistieron numerosos devotos para orar, agradecer favores recibidos y pedir bendiciones para sus familias.
El presbítero David Martín Leal, párroco de la Iglesia de la Gaudalupana, destacó que la festividad de San Judas Tadeo es una ocasión para fortalecer la fe y la unión comunitaria, pero exhortó a los creyentes a no desvirtuar el sentido espiritual de la celebración.
“El fervor hacia San Judas Tadeo no debe confundirse con hacer fiestas o borracheras que no contribuyen a una convivencia sana ni a vivir la fe auténticamente. Este día debe ser de oración, agradecimiento y reflexión”, enfatizó el sacerdote durante la homilía principal.
El religioso recordó que la devoción hacia San Judas Tadeo en Chetumal se ha consolidado con el paso de los años, especialmente después de que los habitantes atribuyeran su protección a la ciudad durante el paso del huracán Mitch, fenómeno natural que en 1998 afectó gran parte del Caribe, pero no impactó directamente la capital quintanarroense. Desde entonces, miles de chetumaleños lo consideran un símbolo de esperanza y protección, y cada 28 de octubre expresan su gratitud mediante oraciones, ofrendas y procesiones.
Durante las celebraciones, las familias acudieron desde temprana hora portando imágenes, veladoras y flores, participando en un ambiente de recogimiento y devoción. Las actividades religiosas incluyeron bendiciones, confesiones y momentos de oración comunitaria, en los que se pidió especialmente por la paz, la salud y la unidad de las familias chetumaleñas.
El presbítero Martín Leal hizo también un llamado a los fieles a evitar el consumo de alcohol durante las festividades y a celebrar de manera respetuosa y espiritual. Subrayó que la verdadera devoción se demuestra con actos de bondad, servicio y amor al prójimo, más que con celebraciones que puedan fomentar la violencia o el desorden.
“San Judas Tadeo fue un apóstol de Jesús que predicó el Evangelio en medio de la adversidad. Su mensaje es de esperanza, de fe y de compromiso con los demás. Por eso, debemos celebrar su día en oración, en familia y con serenidad”, expresó.
Al concluir las ceremonias, los asistentes manifestaron su agradecimiento por poder participar un año más en esta tradicional festividad, que forma parte de la identidad religiosa de Chetumal y refuerza los lazos de fe entre sus habitantes.
Las autoridades eclesiásticas informaron que la Parroquia continuará ofreciendo misas y actividades pastorales durante los próximos días, con el objetivo de seguir fomentando la vida espiritual y la convivencia comunitaria bajo el ejemplo de San Judas Tadeo.
