
Con el objetivo de fortalecer la productividad y competitividad del campo en la región sur, el sector ganadero de Quintana Roo iniciará un nuevo proceso de adquisición de ganado con alto valor genético, lo que permitirá elevar la calidad del hato e impulsar el desarrollo económico de los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar, principales zonas productoras del estado.
De acuerdo con información de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpe), se están preparando programas estratégicos para principios del año 2026 con el fin de consolidar las acciones emprendidas durante la administración de la gobernadora Mara Lezama, enfocadas en el impulso al campo y la ganadería sostenible.
El año pasado se registró la adquisición de alrededor de 75 sementales en todo el estado, mientras que para el presente ciclo se estima la compra de entre 85 y 90 ejemplares, provenientes de razas registradas como Brahman, Brangus, Beefmaster y Charbray. Estas especies destacan por su resistencia, adaptación al clima tropical y su alto rendimiento en producción de carne, lo que permite mejorar de manera significativa la calidad genética del hato bovino estatal.
En lo que va de 2025, la Sedarpe ha destinado 250 mil pesos para impulsar la ganadería sostenible en la región sur, recursos que forman parte de un conjunto de acciones integrales que incluyen apoyo a la mejora genética, fortalecimiento de infraestructura rural y capacitación para productores. Según las autoridades, estas medidas buscan que la ganadería local evolucione hacia un modelo más eficiente, competitivo y ambientalmente responsable.
Actualmente, el municipio de Othón P. Blanco se mantiene como el principal referente ganadero de Quintana Roo, al concentrar aproximadamente el 55 % del hato estatal. No obstante, Bacalar ha mostrado un crecimiento constante, con más de 45 mil cabezas de ganado, impulsado por la incorporación de nuevos productores que han apostado por la mejora genética como estrategia de consolidación.
En conjunto, ambos municipios reúnen entre el 90 % y 95 % del total del ganado en la entidad, lo que refleja su importancia dentro del sector agropecuario. Las autoridades estatales destacaron que los apoyos institucionales han sido determinantes para mantener el desarrollo de esta actividad, al permitir la incorporación de sementales de alto rendimiento que benefician directamente a los productores y elevan la rentabilidad de las unidades ganaderas.
Además, los programas de fortalecimiento contemplan la implementación de prácticas sostenibles, como el manejo adecuado de pastizales, el uso racional de los recursos hídricos y la promoción de tecnologías que mejoren la eficiencia productiva sin comprometer el entorno ambiental.
“Con la introducción de ejemplares de alta calidad genética, buscamos que los productores del sur tengan las herramientas necesarias para competir en mejores condiciones y garantizar un desarrollo equilibrado y sustentable del campo”, señalaron representantes de la Sedarpe.
Las acciones que se impulsan desde el Gobierno del Estado buscan consolidar un sector ganadero más sólido, moderno y con proyección a futuro, capaz de generar mayor valor agregado, empleo rural y bienestar para las comunidades. Con ello, Quintana Roo avanza en la transformación del campo y en la construcción de un modelo productivo que equilibre la productividad con la sostenibilidad.







