Aumentan la vigilancia en el Atlántico
La onda tropical podría convertirse en ciclón con una probabilidad que subió a 70 por ciento de formación en siete días (mediano plazo) y 30 por ciento en 2 días. Las autoridades estatales activaron el monitoreo continuo.
El Gobierno del Estado de Quintana Roo ha intensificado la vigilancia y activados protocolos preventivos ante la evolución de la onda tropical Invest 98 en el Océano Atlántico, la cual ha generado una zona de posible formación ciclónica con un 70 por ciento de probabilidad de desarrollo a mediano plazo.
La gobernadora del estado, Mara Lezama, ha comenzado con la difusión de información oportuna, utilizando sus redes sociales para emitir avisos directos a la población:
“Mantenemos vigilancia permanente sobre la actividad meteorológica en el océano Atlántico”.
A partir de este llamado, se han emitido puntualmente los boletines meteorológicos y las recomendaciones a la ciudadanía para actuar de forma anticipada y preventiva.
La Coordinación Estatal de Protección Civil (Coeproc) y la gobernadora replicaron la última actualización del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Miami, emitida a las 8:00 PM EDT de este domingo 19 de octubre de 2025, que ratifica la alta probabilidad de desarrollo de una depresión tropical en el Mar Caribe.
Según la información difundida, el sistema se localiza aproximadamente a 2 mil 860 kilómetros al este de las costas de Quintana Roo, cerca de las Antillas Menores y se mueve rápidamente lo que ha jugado en contra, ya que esto no le ha permitido organizar su centro, lo que impide por momentos su desarrollo.
“La zona de baja presión asociada con una onda tropical sobre las Antillas Menores incrementa a 30% su probabilidad de desarrollo ciclónico en 48 horas y a 70 % en 7 días. Se localiza aproximadamente a 2 mil 860 km al este de las costas de Quintana Roo y se desplaza hacia el oeste a una velocidad de entre 32 y 40 kilómetros por hora”, precisó la gobernadora Mara Lezama.
El sistema, identificado formalmente como AL 98, se encuentra al oeste de las Islas de Barlovento. Los reportes indican que la actividad de lluvias y tormentas eléctricas ha mejorado ligeramente su organización desde el fin de semana, aunque aún carece de una circulación cerrada, impidiendo su clasificación como depresión tropical.
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El factor que limita el desarrollo inmediato es su rápida velocidad de traslación hacia el oeste, que oscila en los 40 kilómetros por hora, lo que inhibirá su consolidación en las próximas 24 a 48 horas, sin embargo, se espera que encuentre las condiciones adecuadas en mar Caribe.
Asimismo, se pronostica que el sistema desacelere su movimiento al llegar al Caribe central a mediados de la semana.
Esta desaceleración lo llevará a un entorno mucho más favorable, ya que las aguas del mar Caribe y del Golfo de México se mantienen con temperaturas por encima de los 30 grados, actuando como el combustible para la formación ciclónica.
Ante esta evolución, el NHC advierte que es probable que se forme una depresión tropical durante esta semana. Aún no se prevé la formación de la etapa de tormenta tropical o huracán, pero de llegar a este punto de consolidación se llamará Melissa, según la lista oficial del NOAA.
Debido a la incertidumbre inherente a los fenómenos de rápida evolución, se ha programado un vuelo de registro con un avión caza huracanes para sobrevolar el sistema.
Esta acción busca obtener datos precisos sobre su comportamiento interno, lo que permitirá definir con mayor certeza su posible progresión a ciclón tropical y sus rutas de movimiento.
Actualmente, los sistemas de predicción satelital muestran diversas trayectorias posibles por todo el Caribe.
No obstante, la coincidencia general es que el sistema se mueve hacia el oeste, por lo que se ha emitido una vigilancia preventiva para las islas del Caribe, Cuba y, por supuesto, la Península de Yucatán.
