La criatura de los pies al revés: El terrorífico ser que aterrorizó a soldados en el origen de Cancún
Más allá de las playas de ensueño y los hoteles de lujo, la historia de Cancún esconde un lado oscuro. Una leyenda que se remonta a la época de la fundación de la ciudad, en la que un grupo de soldados fue aterrorizado por una criatura misteriosa que, según el relato, tenía los pies al revés. Te contamos la escalofriante historia de este ser que, según el mito, aún deambula en la selva.
Un campamento en la selva y un hedor insoportable
La leyenda comienza con un grupo de soldados que fue enviado a la zona para construir lo que hoy es Cancún. Los militares, que no conocían la selva, se instalaron en un campamento improvisado. Una noche, un hedor insoportable, una mezcla de excremento y sangre fría, se apoderó de la zona. El olor era tan fuerte que los soldados, aterrorizados, comenzaron a trepar los árboles para ponerse a salvo.
El encuentro con una criatura de pesadilla
Los soldados vieron aparecer a una criatura de cara enojada, enormes dientes y cerca de 4 metros de altura. Con un cuerpo peludo y de apariencia humanoide, el ser tenía una característica singular: los pies al revés. El terror se apoderó de todos, más porque esta criatura pasó cerca de uno de ellos, que se había caído de un árbol, y lo ignoró por completo. El ser se fue directo a donde estaba la fogata, la apagó y se alejó.
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La criatura que no podías encontrar ni de la que podías huir
Lo más curioso de la leyenda es que las huellas de los pies del ser señalaban lo contrario a la dirección de su movimiento. La criatura, que se alejó en la selva, dejó un rastro que, si alguien intentaba seguirlo, se encontraría de frente. Por ello, el ser no podía ser perseguido ni tampoco se podía huir de él, lo que lo convierte en una de las leyendas más aterradoras de la región.
El origen de la leyenda en la cultura maya
Aunque la leyenda del “hombre de los pies al revés” no es exclusiva de Cancún, es una variante del folclore maya. En la tradición maya, un “huay” es un hechicero que tiene la capacidad de transformarse en un animal. La criatura, que se cree que es un protector de la selva, se encarga de castigar a quienes la dañan o se alejan de ella. La historia es un recordatorio de que en Cancún, el misticismo maya y las historias de fantasmas están en todos lados.
