Fe, sacrificio, cultura y tradición en Semana Santa al sur de Quintana Roo

Las fiestas religiosas de Semana Santa llegaron a su fin con el Domingo de Resurrección en la zona sur del estado, y se reporta por parte de las autoridades eclesiales un saldo blanco en ellas durante estos cuatro días. En las más de 15 parroquias desde José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Othón P. Blanco cientos de fieles creyentes participaron de los oficios de la Iglesia Católica para conmemorar la pasión del Señor. El párroco del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Chetumal, David Martín Leal, lamentó que se sigan promoviendo festivales en pleno días santos como lo es jueves y viernes, al considerarse los principales días dentro de la liturgia de la Iglesia como sagrados.

“Ojalá que en este día vayamos valorando el amor de Dios, no nos dejemos engañar, es el segundo año que en plena Semana Santa se organizan bailes en Chetumal, que si festival cultura de Semana Santa. Si el mismo nombre te lo está diciendo mujer, es Semana Santa, lo santo hace referencia a Dios no a los bailes, por eso mis queridos hermanos vamos a vivir a fondo nuestra fe, que sea una Semana Santa y vamos a pedir por esos gobernantes que no creen en Dios”, recalcó en su homilía.

Luego de su homilía, el seminarista realizó el rito del lavatorio de pies, en donde niños fueron quienes representaron a los apóstoles para posteriormente bendecir el pan que fue repartido al finalizar la misa entre los presentes. Al término de la misa, el Santísimo Sacramento fue depositado en el Monumento para su adoración y durante toda la noche fieles católicos realizaron la visita a las 7 casas, tradición que consiste en visitar siete iglesias y hacer oración frente al Santísimo Sacramento. Cabe señalar que las iglesias en Chetumal mantuvieron sus puertas abiertas, pues el Santísimo Sacramento fue reservado entre las seis y siete de la mañana de este Viernes Santo.

Al mediodía del Viernes Santo inició el Viacrucis que recorrió casi un kilómetro de distancia, después del tradicional Viacrucis dio inicio las lecturas de las siete palabras y posteriormente la celebración litúrgica donde realizaron la adoración de la Cruz y la comunión para posteriormente dejar el sagrario completamente vacío, se desvistió el altar y se retiraron todos los elementos del altar central, como signo de luto por la muerte de Jesús.

Antes de caer el sol este Viernes Santo, los feligreses se reunieron en el parque de Los Caimanes, de ahí partió la procesión del Silencio, donde se acompañó a la imagen del Santo Señor del Sepulcro, junto con la Virgen Dolorosa. La marcha avanzó sobre la avenida Álvaro Obregón y posteriormente subió por la avenida Héroes, y llegar hasta el Santuario de Guadalupe.

Este año se contó con la participación del Guardia de Honor del Santo Sepulcro de la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen de Chetumal, quien al llegar la procesión al templo depositó la imagen dentro del ataúd de cristal para quedar totalmente sellado. El Santo Sepulcro este año estuvo adornado de flores blancas y un tendido de manzanilla.

Ahí los participantes rezaron el rosario de los siete dolores, y montaron las guardias de honoro por la muerte de Jesús. Al término los feligreses veneraron la imagen del Señor del Sepulcro y dieron el pésame a la Virgen María. Al salir del templo se les repartió café y galletas. Este año la participación de los fieles aumentó y el templo de Guadalupe cerró sus puertas hasta después de las 10 de la noche debido a que los fieles llegaban a visitar el Santo Sepulcro.

Cientos de fieles católicos se reunieron durante el sábado 19 de abril por la noche para conmemorar la Resurrección de Jesús, luego de vivir los misterios de la Pasión. Se inició con la bendición del fuego nuevo, bendiciendo el cirio pascual para posteriormente iniciar la procesión del fuego nuevo. Se leyeron las lecturas del antiguo testamento y posteriormente inició el Gloria, que anunció la Resurrección, para posteriormente bendecir el agua y continuar con la Santa Misa.

Por su parte, el párroco exhortó a los fieles católicos a no caer en la tentación y luchar cuando estos lleguen, pues no deben abandonar sus ejercicios espirituales y vida de fé, evitando sacar a Dios de sus vidas y familia. Durante la celebración se renovaron las promesas bautismales y se les roció agua bendita a todos los presentes, además de recibir la solemne bendición de la Pascua de Resurrección.