El cacicazgo de Cochuah y la resistencia maya en la Guerra de Castas

El territorio que hoy ocupa José María Morelos fue uno de los bastiones del cacicazgo de Cochuah, donde los mayas resistieron con valentía durante la Guerra de Castas. Un capítulo histórico que marcó el espíritu de lucha del sur de Quintana Roo.
Herencia ancestral en el corazón de Quintana Roo
En el siglo XIX, el sur del actual estado de Quintana Roo era controlado por varios cacicazgos mayas, entre ellos el de Cochuah, con capital en Tihosuco. Este territorio, cubierto de selvas y cenotes, albergaba comunidades profundamente unidas por su identidad y costumbres. El cacicazgo de Cochuah fue uno de los principales protagonistas en la defensa de los pueblos originarios durante la Guerra de Castas, conflicto armado que estalló en 1847 y duró más de medio siglo.

El pueblo maya se alzó contra la opresión social y económica impuesta por el gobierno yucateco, enfrentando con valentía y estrategia a las tropas criollas. Las tierras de lo que hoy es José María Morelos sirvieron como rutas de comunicación, centros de abastecimiento y puntos clave de resistencia.
Tihosuco y el eco de la rebelión maya
Tihosuco, aunque hoy pertenece a Felipe Carrillo Puerto, formaba parte del territorio del cacicazgo de Cochuah, y su influencia se extendía por buena parte de la región actual de José María Morelos. En este lugar nació la rebelión que daría inicio a la Guerra de Castas, y sus líderes mayas, como Jacinto Pat y Cecilio Chi, organizaron los primeros ataques contra los asentamientos blancos y haciendas.
En este contexto, el actual municipio fue pieza clave para mantener viva la causa, siendo refugio y punto de reorganización para las comunidades rebeldes. La selva protegió a los insurgentes, y muchas aldeas se convirtieron en fortalezas de resistencia durante décadas.
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Legado de dignidad y lucha
La historia del cacicazgo de Cochuah y su papel en la Guerra de Castas no solo es memoria de conflicto, sino símbolo de resistencia, dignidad y defensa de la identidad maya. Hoy en día, este legado vive en las comunidades mayahablantes del municipio, en sus ceremonias, su lengua y en la lucha por la conservación de sus tierras y tradiciones.
Revalorar este episodio histórico permite entender la riqueza cultural de José María Morelos y visibilizar su protagonismo en un capítulo crucial de la historia peninsular y nacional.