Un tesoro verde en el norte de Quintana Roo: la biodiversidad de Yum Balam
La Reserva de Yum Balam es uno de los santuarios naturales más importantes del Caribe mexicano. Esta área protegida, ubicada en el municipio de Lázaro Cárdenas, es hábitat de especies icónicas y un ejemplo de conservación comunitaria.
Una reserva creada para la vida
La Reserva de Flora y Fauna Protegida Yum Balam fue decretada en 1994, tras una histórica solicitud de las comunidades mayas que habitan la región. Su nombre, que en lengua maya significa “Señor protector del bosque”, refleja su espíritu: proteger la selva, las especies y las tradiciones vivas de Lázaro Cárdenas.
Esta zona abarca más de 150 mil hectáreas que incluyen selvas tropicales, humedales, manglares y áreas marinas frente a la isla de Holbox. Es considerada una de las regiones con mayor biodiversidad en Quintana Roo.
Especies que hacen de Yum Balam un paraíso
Dentro de la reserva habitan más de 400 especies de flora y fauna, muchas de ellas endémicas o en peligro de extinción. Algunas de las más destacadas son:
- El jaguar, símbolo de poder para la cultura maya.
- El flamenco rosado, que cada año visita los humedales.
- El manatí, presente en los canales costeros.
- El tiburón ballena, que se acerca a las costas durante el verano.
Además, Yum Balam alberga más de 250 especies de aves, lo que lo convierte en un sitio de gran interés para el turismo de observación de aves.
Participación comunitaria en la conservación
Uno de los aspectos más importantes de Yum Balam es que su protección nació desde las comunidades. Ejidos como Kantunilkín, Solferino y Chiquilá han formado cooperativas para manejar el ecoturismo de forma sostenible.
También podría interesarte:
Estas cooperativas ofrecen recorridos guiados, avistamiento de aves y rutas en kayak, todo con enfoque ecológico. La protección de Yum Balam no solo cuida la naturaleza: genera empleo, preserva la cultura y promueve la educación ambiental.
Retos y futuro de la reserva
A pesar de sus logros, Yum Balam enfrenta desafíos importantes como la presión inmobiliaria en zonas cercanas, el turismo masivo en Holbox y la necesidad de ordenar el crecimiento urbano respetando los límites ecológicos.
Organismos comunitarios, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y colectivos ambientales trabajan juntos para fortalecer la vigilancia, la educación ambiental y el desarrollo sustentable.
