Descubren vestigios de la dinastía Kanuu’l en Dzibanché

Ciudad de México, 24 de octubre de 2024 — El Instituto Nacional de Antropología e Historia ( ubicada en Quintana Roo. Tres fachadas con relieves que pertenecen a la dinastía Kaanu’l fueron halladas, arrojando nueva luz sobre esta civilización que dominó gran parte de Mesoamérica.
Los relieves, datados en el periodo Clásico Temprano (500-600 d.C.), coinciden con el auge de la cultura maya. Las fachadas, que miden tres metros de largo por 1.6 metros de altura, pertenecen a dos plataformas situadas al poniente del Juego de Pelota II del asentamiento.
De acuerdo con el comunicado del INAH, la primera de las escenas presenta a dos guardianes que flanquean un pedestal que en tiempos prehispánicos pudo haber sostenido una escultura. Este podio incorpora glifos que hacen referencia a un gobernante de la dinastía Kaanu’l.
La segunda escena representa a individuos que, según el epigrafista Alexander Tokovinine, parecen aludir a ancestros que habitan en el cielo nocturno, rodeados de estrellas, serpientes y otros símbolos característicos de las iconografías maya y teotihuacana. Al igual que en la primera escena, la escultura central está ausente, lo que sugiere que pudo haber sido retirada por los habitantes de la ciudad en épocas pasadas.
La última de las fachadas descubiertas muestra un conjunto de animales mitológicos asociados con constelaciones. Un elemento común en las tres escenas es la representación de serpientes entrelazadas, que sugiere que estas imágenes servían para reafirmar el linaje y la ancestría de los gobernantes de Dzibanché.
Sandra Balanzario Granados, titular del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) en Dzibanché, explicó que los Kaanu’l habitaron la región durante los periodos Clásico Temprano y Tardío, entre los años 250 y 650 d.C. Posteriormente, esta dinastía se dividió en dos grupos, uno de los cuales permaneció en Dzibanché y el otro se trasladó a Calakmul.
Este descubrimiento fue posible gracias a las labores del Promeza, implementado por la Secretaría de Cultura federal y el INAH, que buscan mejorar y preservar las zonas arqueológicas del país. Los hallazgos en Dzibanché no solo enriquecen el conocimiento sobre la civilización maya, sino que también resaltan la importancia de la investigación y conservación del patrimonio cultural mexicano.