Las casas de madera, un recorrido para evocar al Chetumal de principios del siglo pasado

Las casas de madera significan la mejor oportunidad para conocer al Chetumal de antaño, pues aún se conservan en pie algunas que fueron construidas hace más de 100 años.

Sin duda, la más emblemática de ellas es la llamada Casa Voladora, aquella cuyos habitantes fueron trasportados de un predio a otro durante el paso del huracán Janet, en septiembre de 1955, creando una de las historias más representativas de Chetumal.

Recorrer las casas de madera que se ubican en el primer cuadro de la ciudad resulta una de las experiencias que permitirá conocer mucho del Chetumal de principios del siglo pasado.

Y es que, precisamente una de las características de las viviendas de la época posterior a la fundación de Payo Obispo, hoy Chetumal, fueron las casas de madera, que tienen como base las viviendas de Belice que a su vez tienen influencia de la arquitectura británica con estilo victoriano.

Leer más: Gino Segura cierra su campaña en Chetumal

Las primeras viviendas en la que posteriormente sería la capital de Quintana Roo se construyeron con maderas duras de la región como la caoba, la que les permitió soportar el paso del tiempo, aunqe en la actualidad son pocas las que todavía prevalecen en la ciudad.

Por ello es que vale la pena realizar un recorrido para conocerlas mismo que, necesariamente, tendría que iniciar con la llamada Casa Voladora, actualmente ubicada en la Calzada Veracruz entre Boulevar Bahía y Othón P. Blanco.

Es famosa porque, durante el paso del huracán Janet, en el año 1955, los propietarios del inmueble, la familia Bellos Sosa, permitió que 25 personas se reguardaran en su interior para enfrentar los embates de Janet, que resultó ser un ciclón que prácticamente destruyó Chetumal.

En ese entonces, la vivienda se ubicaba en la calle la calle General Anaya número 30, Por cierto, aún en la actualidad, se puede observar esa dirección en la placa que identifica a la Casa Voladora que, por cierto se encuantra deshabitada.

La historia cuenta que la vivieda, durante el paso del huracán Janet, “voló por los aires”, ya que quienes se encontraban en el interior, una vez pasado el peligro, se llevaron la sorpresa de su vida, ya que aparecieron en un predio ubicado a 300 metros de distancia de donde originalmente se encontraban.

Hoy día se sabe que lo que sucedió realmente es que el agua de la Bahía de Chetumal, que ingresó a la ciudad, arrastró a la vivienda, aunque la historia popular refería que había “volado”.

Justo enfrente de esta emblemática vivienda se encuentra una de las casas más amtiguas de Chetumal, propiedad del señor Efrén Mingüer McLiberty, misma que tiene más de un siglo de haber sido construida.

Leer más: Fallece adolescentes en fosa de clavados en Chetumal

El inmueble es de estilo victoriano y su propietario refiere que él mismo le brinda mantenimiento para poder conservarla en las condiciones en que se encuentra y que, sin duda, recuerda al antiguo Payo Obispo.

Ya sea caminando, bicicleta o en auto, el recorrido por las casas de madera continúa en el llamado Parque de los Caimanes, ubicado en la avenida Miguel Hidalgo, entre Álvaro Obregón y Othón P. Blanco, donde se encuentra la Casa del Cronista de la Ciudad.

Se trata de una construcción que evoca a las tradicionales viviendas de principios del siglo pasado y en su interior se pueden observar fotografías del entonces Payo Obispo, de los estragos ocasionados por el huracán Janet y otros pasajes históricos de Chetumal.

En los alrededores, donde se puede llegar a pie, se encuentran muchas de aquellas que fueron viviendas de las primeras familias que se establecieron en el entoces Payo Obispo y que actualmente operan como restaurantes.

Las calles 16 de Septiembre, Álvaro Ogregón, Reforma y Benito Juárez, son algunas de las que albergan a las casas de madera que aún permiten recordar al hoy Chetumal de antaño.

En algunas de esas edificaciones todavía es posible observa las placas de madera del programa estatal que pretendió conservar las casas de madera como parte del patrimonio cultural de la ciudad.

Como ya se ha señalado, el recorrido se puede realizar a pie o en vehículos de dos ruedas, toda vez que las antiguas casas de madera se encuentran el primer cuadro de la ciudad, conocido también como Barrio Viejo.

La ventaja de esta ubicación es que, si el paseo se realiza por la tarde, existe la oportunidad de trasladarse a la Explanada de la Bandera, donde se ubican vendedores de diversos productos como marquesitas, churros, machacados, papas fritas y aguas de sabores.