Utilizarán dron para profundizar en el misterio del agujero azul Taam Ja
Chetumal, 12 de noviembre.- El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) prepara la sumersión de un dron subacuático para alcanzar el fondo del agujero azul Taam Ja, ubicado en la Bahía de Chetumal, la intención de esta exploración es demostrar que podría ser más profundo que los 274 metros que la ecografía permitió medir, por lo que podría superar los 300 metros, lo que superaría al Sansha Yongle en China, explica el doctor Juan Carlos Alcérreca Huerta, del Concejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcyt).
En la siguiente etapa de la investigación, se planea sumergir un dron submarino acompañado de tecnología adicional que permitirá realizar una reconstrucción tridimensional con mayor detalle que el ecosondeo convencional. Esta tecnología avanzada posibilitará la identificación no solo de las profundidades del agujero azul, sino también la configuración de sus paredes, incluyendo la posibilidad de descubrir cavernas o túneles de conexión. Además, permitirá explorar la posibilidad de que el agujero azul tenga alguna deformación, adentrándose en forma diagonal en el interior de la Tierra.
“Dado que el ecosondeo mide solo en dirección vertical, si el agujero azul tiene una deformación, es decir que se empiece a adentrar en forma diagonal, esta nueva tecnología nos permitiría saber su verdadera profundidad”, declaró Alcérreca Huerta, al considerar que Taam Ja podría tener una profundidad de más de 300 metros, lo que le convertiría en el más profundo del mundo.
La financiación se presenta como un desafío crucial en esta etapa, ya que la tecnología especializada requerida es costosa y limitada en su aplicación, especialmente a profundidades superiores a 200 metros.
“El financiamiento es en la etapa en la que nos encontramos, sabemos lo que se requiere en las siguientes etapas de la investigación, nosotros seguimos monitoreando, eso no se ha detenido, pero el financiamiento es crucial en este aspecto”, aseveró.
Destacó que recientemente, el 10 de noviembre, se recibió la noticia de la aceptación de una publicación sobre su investigación que, además de abordar los resultados de Taam Ja, incluye evaluaciones de cambios temporales en la columna de agua en su interior y en otros dos agujeros azules cercanos, llamados Lool Ja (Flor de Agua) y Ch’och Ja (Agua Salada). Estos nuevos hallazgos ofrecen una visión más detallada de las variabilidades temporales y las formas de estos cuerpos de agua.
“Llama muchísimo la atención su constitución química, física y las variaciones que tienen a lo largo del tiempo, esto es muy relevante porque algunos presentan el cambio de agua, es decir, que hay comunicación con algún elemento en particular con el mar, y también por otro lado sobre las condiciones de química pueden ser hasta cierto punto dañinas o benéficas para las especies y eso incluye también al ser humano”, explico.
Juan Carlos Alcerreca Huerta destaca la singularidad de la Bahía de Chetumal, donde se encuentran agujeros azules dentro de un estuario, una característica no compartida por otros lugares del mundo. Aunque la formación de los agujeros azules y cenotes es similar, la ubicación por debajo del nivel del mar en la bahía hace que el agua tenga propiedades más marinas que de agua dulce.
Además, el investigador resalta que estos fenómenos no tienen un solo origen, mientras que en cenotes la disolución de la roca por efecto de la lluvia es el mecanismo principal, en agujeros azules también puede influir la tectónica, como la presencia de fallas, como la de Río Hondo y el lineamiento de los cenotes en la Laguna de Bacalar.
La publicación aceptada no solo aporta nuevos conocimientos sobre estas formaciones, sino que también destaca la importancia de monitorear las condiciones químicas y físicas a lo largo del tiempo. Esto es vital no solo para comprender mejor estos entornos únicos, sino también para evaluar cualquier impacto potencial en la salud humana y la vida marina.