Kombucha: un fermento milenario que conquista paladares
La kombucha, fermento milenario con raíces asiáticas, gana popularidad por su sabor ácido, efervescente y supuestos beneficios digestivos.

Kombucha: bebida fermentada con historia y sabor
La kombucha ha pasado de ser una bebida tradicional en Asia a convertirse en un emblema moderno de la alimentación saludable. Su sabor ácido, su burbujeo natural y la posibilidad de elaborarla en casa la han posicionado entre las favoritas de quienes buscan alternativas naturales, artesanales y con historia.
¿Qué es la kombucha y de dónde viene?
Aunque no es un tipo de té como tal, la kombucha se elabora a partir de una infusión de hojas de Camellia sinensis —planta del té— combinada con azúcar y un cultivo simbiótico de bacterias y levaduras, conocido como Scoby (Symbiotic Culture Of Bacteria and Yeast).
Su origen es incierto, aunque los registros más antiguos la sitúan en China durante el siglo II a.C., con presencia también en Corea y Japón. Su introducción en Occidente es reciente, impulsada por el auge de la alimentación viva y la cultura DIY (hazlo tú mismo).
¿Cómo se elabora la kombucha?
El proceso es relativamente sencillo, pero exige higiene y atención:
- Se prepara una infusión endulzada (té negro, verde o tisanas).
- Se deja enfriar y se vierte en un recipiente de vidrio.
- Se incorpora el Scoby y se cubre con una tela porosa.
- Se deja fermentar entre 7 y 14 días en un lugar fresco, sin sol directo.
Durante este tiempo, el Scoby transforma los azúcares en ácidos orgánicos, gases y pequeñas cantidades de alcohol, generando una bebida efervescente que recuerda a la sidra o al pét-nat. Tras la fermentación, se filtra, se embotella y se puede consumir natural o saborizada con frutas, hierbas, especias o jengibre.
¿Tiene beneficios para la salud?
A esta bebida se le atribuyen efectos digestivos, desintoxicantes y energizantes, además de un posible impacto positivo en la microbiota intestinal. Sin embargo, hasta ahora, la evidencia científica es limitada y se basa en estudios preliminares. Aun así, su perfil probiótico ha atraído la atención de quienes buscan cuidar su salud digestiva de forma natural.
Un fermento que conecta tradición y tendencia
En México, la kombucha ha ganado popularidad gracias a productores artesanales y una comunidad creciente que la elabora en casa. Su carácter vivo y cambiante la hace única en cada lote, y su versatilidad de sabores permite infinitas combinaciones creativas.
En resumen, más allá de sus posibles beneficios, la kombucha ofrece una experiencia sensorial rica y una conexión directa con antiguas prácticas de fermentación que hoy vuelven con fuerza en una era de reconexión con lo natural.