¿Quién inventó el sándwich? La historia detrás del icónico bocadillo
El sándwich, ese práctico y versátil bocadillo que ha conquistado mesas en todo el mundo, tiene una historia interesante que comienza en el siglo XVIII con el inglés John Montagu, IV conde de Sandwich. Aunque el concepto de comida entre panes tiene raíces antiguas en las culturas del Mediterráneo Oriental, fue el conde quien popularizó el término en Inglaterra.
En 1762, durante una intensa racha de apuestas que se extendió por 24 horas, Montagu pidió a su cocinero que le preparara una comida que no interfiriera con su juego. “Tráiganos tocino, huevo y mantequilla colocados en capas dentro de un pan egipcio”, ordenó el conde. Al presentar el bocadillo, sus invitados, intrigados, preguntaron qué era. Montagu, con un toque de orgullo, respondió: “Es un invento mío y se llama sándwich”.
Aunque Montagu no fue el creador original del concepto, ya que observó panes similares en sus viajes por el Mediterráneo y en las comidas griegas y turcas, sí jugó un papel crucial en su popularización entre la nobleza británica. La práctica de servir comida entre dos rebanadas de pan, que se remonta a los antiguos griegos y otros pueblos mediterráneos, encontró en el conde un defensor notable.
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El nombre “sándwich” se asoció con el título de Montagu, y la popularidad del bocadillo creció rápidamente en Inglaterra. Sin embargo, el término tardó en llegar a América. Los primeros colonos no adoptaron el concepto hasta finales de la década de 1830, mucho después de la Revolución y la Guerra de 1812. En Inglaterra, los sándwiches solían llevar carne de res, mientras que en América se prefería el jamón, reflejando diferencias en la disponibilidad de ingredientes.
Hoy en día, el sándwich sigue siendo un alimento universal, adaptado a innumerables sabores y estilos en todo el mundo, pero su historia nos recuerda cómo un simple bocadillo puede convertirse en un clásico global gracias a una combinación de ingenio y circunstancia.
