
A tres días de implementarse a nivel nacional la prohibición de la comida chatarra en escuelas, el vicepresidente de la Asociación Nacional de Padres de Familia en Quintana Roo, Sergio Acosta Manzanero, expresó su apoyo a la medida, destacando su beneficio para la salud de los menores.
Esta regulación abarcará más de 2,600 escuelas públicas y privadas en la entidad, y se espera que los encargados de las tiendas escolares ofrezcan productos más sanos.
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La prohibición de vender productos ultraprocesados en escuelas públicas comenzará a aplicarse el 29 de marzo.
Acosta Manzanero considera que es fundamental trabajar en coordinación con las autoridades educativas y los padres de familia para fomentar cambios en los hábitos alimenticios. Esto permitirá alcanzar mejores resultados y una mejor calidad de vida para los niños.

Aunque existen opiniones encontradas sobre esta medida, Acosta Manzanero enfatizó que lo más importante es velar por un sano desarrollo de las niñas, niños y adolescentes, y prevenir el aumento de casos de obesidad infantil.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) decretó la eliminación de comida chatarra en escuelas debido a las estadísticas alarmantes sobre obesidad infantil.
Acosta Manzanero destacó que es fundamental ser vigilantes y asegurarse de que se respeten las disposiciones establecidas para evitar malas prácticas alimentarias.
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Es importante mencionar que la medida también contempla la evaluación de las concesiones de las tienditas escolares para asegurarse de que quienes las operen acaten las instrucciones sobre qué alimentos expender. Esto garantizará que se ofrezcan productos saludables a los estudiantes.
La prohibición de la comida chatarra en escuelas es un paso importante hacia la promoción de la salud y el bienestar de los niños y jóvenes. Es fundamental que las autoridades educativas, los padres de familia y la sociedad en general trabajen juntos para apoyar esta medida y fomentar un entorno saludable en las escuelas.
La implementación de esta medida es un ejemplo de cómo la sociedad puede trabajar juntos para abordar problemas de salud pública y promover un futuro más saludable para las generaciones futuras.