
Especialistas y activistas aseguran que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, necesita reforzar su discurso antimigratorio porque está bajando su nivel de aprobación.
“Buena parte de la opinión pública en las encuestas ya empieza a castigarlo, de forma tal que él sabe que necesita reforzar el discurso antimigratorio que es el que siempre ha dado rentabilidad, pero ahora en un contexto en el que disminuye rápidamente su nivel de aceptación”, menciona Javier Urbano, académico e Investigador del Departamento de Estudios Internacionales en la Universidad Iberoamericana CDMX.
El especialista en políticas migratorias sostiene que Trump está apelando a la historia más rancia, por lo que mantiene lo que llaman la introspección de Estados Unidos, de tal suerte que está apelando al voto duro que lo llevó a la presidencia.
“El mensaje de la invasión del territorio de Estados Unidos es viejo, data hacia principios del siglo, donde si eran irlandeses o eran de otros grupos siempre se intentaba identificar con una invasión. Hoy Trump está intentando recuperar eso, buscando ver cómo se legitima”, refiere.
Urbano destaca que esa narrativa podría acarrear costos, como incitar a la violencia contra la población migrante e indocumentada.
“Trump lo tiene claro. Una parte de su campaña desde la primera elección apelaba a la idea de la identidad. Es decir, que había solamente un grupo que se tenía que legitimar, y por tanto los otros, los extranjeros o los indocumentados no eran válidos y no eran elegibles. por supuesto que él tiene claro que se va a incrementar el riesgo con escenas cada vez más constantes de violencia”, comenta.
Para Cristina Hernández Engrandes, académica del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED), de la UNAM que el discurso oficial del gobierno de Estados Unidos y de sus funcionarios está centrado cada vez más en reducir la migración indocumentada.
“Por eso hoy en día utilizan mucho la palabra ‘invasión’. Están alineándose o sumándose, a este contexto de antiinmigración, en el que se está criminalizando abiertamente la migración irregular y ahora se suman agendas ultraconservadoras que tienen que ver con lo que se ha construido en contextos religiosos”, dice.
Externa que es preocupante ver personajes religiosos conservadores que están convergiendo en una intolerancia y considerar a la población migrante como el chivo expiatorio de muchos problemas.
“Estamos ante mensajes sumamente incendiarios, violentos, amenazantes y peligrosos. Estamos viendo una amenaza concreta y real que puede dar lugar a actos en donde esta narrativa se materialice”, advierte.
Por su parte, la activista y coordinadora de Agenda Migrante, Eunice Rendón, resalta que este tipo de acciones, como la de denunciar a migrantes indocumentados, busca imponer una narrativa de odio que convierte al migrante en enemigo público.
“Ese mensaje que llama a ‘denunciar a los invasores extranjeros’ usando la imagen del Tío Sam, diseñada por un influencer cristiano de extrema derecha, evidencia el tono extremista de la iniciativa. La campaña refuerza el mensaje de odio y aumenta la polarización social, promoviendo la vigilancia ciudadana como instrumento de persecución”, refiere.