La recienta aprobación a la reforma de la Ley de Movilidad del Estado de Quintana Roo en materia de chalecos y cascos para motociclistas ha dividido opiniones, quizás por desconocimiento del objetivo.
Autoridades estatales informaron que se busca reforzar la seguridad, inhibir algún acto delictivo, cuidar de la ciudadanía y del motociclista.
Es por ello se ha implementado una nueva adición a la Ley de Movilidad del Estado de Quintana Roo, el Artículo 218 BIS, que establece las siguientes obligaciones:
Uso obligatorio de casco de seguridad: Los motociclistas y sus acompañantes deben usar cascos que cumplan con las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) vigentes, debidamente colocados y abrochados.
Identificación en el casco: Los cascos deben contar con una estampa que incluya el número de placa de la motocicleta.
Chaleco reflejante: Es obligatorio el uso de un chaleco reflejante con el número de placa impreso.
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Cabe recordar que en Quintana Roo se tiene una alta tasa de motocicletas involucradas en crímenes de alto impacto, pues tan solo en lo que va del año se han registrado 408 homicidios dolosos, de los cuales 326 se han perpetrado utilizando motocicletas, representando un 80% del total.
Además, se han registrado 180 personas lesionadas por arma de fuego, de las cuales 165 casos (93%) también involucraron motocicletas. Estos datos han llevado a las autoridades a tomar medidas drásticas para mejorar la seguridad vial y reducir la incidencia de crímenes cometidos con este tipo de vehículos.
Es decir, la implementación de las estampas con el número de placa en los cascos y chalecos actuará como un mecanismo de disuasión para evitar que las motocicletas sean utilizadas en actividades delictivas y serán proporcionados de manera gratuita.
Esto último se específica en el artículo quinto transitorio, el cual establece que la entrega gratuita incluirá las estampas con el número de placa para los cascos y los chalecos reflejantes.
Estas reformas están diseñadas para mejorar la seguridad vial y fomentar una mayor responsabilidad entre los conductores de motocicletas, con la esperanza de reducir la tasa de crímenes cometidos utilizando este tipo de transporte en Quintana Roo.
