Los aluxes de los cenotes: guardianes traviesos del inframundo maya

En lo profundo de la selva de Quintana Roo, ocultos entre las raíces de los árboles y las aguas sagradas de los cenotes, habitan seres misteriosos que han cautivado la imaginación de generaciones: los aluxes. Según la tradición maya, estos pequeños seres son los guardianes de la naturaleza, protectores de la selva, las cuevas y, por supuesto, los cenotes.
Sin embargo, los relatos no son solo mitos antiguos, muchos habitantes y turistas han asegurado haber sentido su presencia, escuchado sus risas o incluso haber sido víctimas de sus travesuras.
¿Qué son los aluxes?
Los aluxes son descritos como seres pequeños, de apariencia infantil pero con rostro anciano, que se pueden volver invisibles cuando lo desean. Se dice que habitan en los cenotes y en los montículos de piedra conocidos como “nohoch”, considerados portales sagrados al inframundo maya.
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Según la creencia, estos duendes pueden ser aliados o enemigos, dependiendo de cómo los trates. Quienes respetan la selva y los cenotes suelen contar con su protección, mientras que los que dañan la naturaleza pueden ser víctimas de sus bromas o incluso castigos.
Encuentros con los aluxes de los cenotes
A lo largo de los años, muchos visitantes y exploradores han reportado sucesos extraños cerca de los cenotes:
- Personas que pierden objetos sin explicación y luego los encuentran en lugares imposibles.
- Ruidos y murmullos en la selva cuando no hay nadie más alrededor.
- Puertas y ventanas que se abren y cierran solas en cabañas cercanas a los cenotes.
- Sensación de ser observado o incluso empujado mientras nadan en aguas cristalinas.
Uno de los relatos más famosos ocurrió en un cenote cercano a Tulum, donde un grupo de turistas aseguró haber escuchado risas infantiles y visto pequeñas huellas en la tierra, aunque no había niños cerca.
Mito o realidad?
Para los mayas, los aluxes no son solo una historia, sino una parte fundamental de su cosmovisión. De hecho, aún hoy en día se realizan rituales en la Península de Yucatán para pedir permiso a los aluxes antes de construir carreteras o edificios cerca de cenotes y zonas sagradas.
Ya sea que creas en ellos o no, la próxima vez que visites un cenote en Quintana Roo, respeta la naturaleza, deja una ofrenda de maíz y, sobre todo, no te burles… podrías despertar su lado travieso. 😉🌿